
Vulnerable
Soy Denise, artista full time, emprendedora, productora y mi propia marca. Mi cuerpo es mi medio de expresión creativa. A través de él, canto, bailo, vivo emociones, me muevo, juego, creo y cuento historias. Mi búsqueda es ponerme al servicio del arte. ¿Siempre lo entendí así? Por supuesto que no. Para llegar al punto de sentirme cómoda en mi piel, tuve que deshacerme de muchos conceptos y prejuicios que me han sido inculcados y en consecuencia he adjudicado y tomado como verdaderos a lo largo de toda mi vida. Las experiencias que he tenido trabajando como cantante y modelo, me han enseñado a habitarme con amor, respeto, y cuidado. A través de los años a la mujer se le ha dicho que sus sueños no son tan importantes como los del hombre. El sistema empujaba a la mujer, utilizando los medios de comunicación, y el sistema educativo, a ser madres de familia y servirle a esta misma (quiero aclarar que no tengo nada en contra de las mujeres que eligen o han elegido ese camino). Esto lo han vivido las generaciones de nuestras madres y nuestras abuelas, pero los pensamientos han mutado con el tiempo y en la actualidad nos encontramos con mujeres que no tenemos ningún problema en asumir que no nacimos con ese llamado en particular. He tenido la fortuna de crecer rodeada de figuras femeninas fuertes. ¿Jugar a que era mamá? ¿Con el abanico de posibilidades que sabia que existían? Nunca estuve ni cerca de soñar algo así. Pero insisto, sé que fui afortunada de haber tenido un gran estimulo independiente y artístico desde pequeña. Contaba con la libertad de ser y explorarme. Vine al mundo con otro tipo de misión. Una muy distinta al estereotipo que muchas viven, pero me atrevo a decir con orgullo que cada vez somos más las que pensamos así. Todo ser humano tiene su llamado interior y tiene el derecho a atenderlo, sea cual sea. puede ser uno solo o muchos, pero tenemos derecho a elegir aquello que nos haga vibrar en esta vida y dedicarle nuestra energía a eso. Cuidar de mi imagen siempre fue un requisito de mi profesión como cantante profesional. He recibido mucha exigencia y el querer ser impecable en mi trabajo me llevó a verme de una forma únicamente complacer a los demás, alejándome de mi esencia por completo. Dedicaba tanta energía a verme de esa determinada manera que no estaba conectada con mis pasiones y con aquello que me hiciera sentir enérgica y motivada. Me veía muy bien por fuera, pero estaba triste por dentro.
Las experiencias que he vivido me han dado la posibilidad de elegir otros caminos, de poner limites, de reinventarme una y otra vez. Para entender lo realmente bella que soy y todo aquello que puedo ser, tuve que equivocarme muchas veces. La aceptación es una construcción, y cada persona lo transita y entiende a su propio ritmo. Una vez que entendí lo increíble que es ser vulnerable… desperté. Muchos temen a estar en un estado de vulnerabilidad. Porque se suele asociar con debilidad. Pero creo que la vulnerabilidad es todo lo contrario: fortaleza. Aprendí que la sabiduría de la vida la obtienen solo quienes viven su vulnerabilidad y no tienen problema alguno en comunicarla. Ser vulverable me enseñó a ser una persona agradecida de corazón. Observe el mundo de distinta manera y desarrolle habilidades que antes no tenia. Aprendi a vivir de una forma simple, y conocí un fuego interior que nunca antes había visto en mí. Cuando fui vulnerable aprendí a recibir y finalmente entendí que soy una gran merecedora de amor. Si yo me observo y siento bella, por consecuencia así me proyecto hacia los demás. La desnudez tiene una asociación directa al estado de vulnerabilidad. No es fácil ser vulnerable, no es fácil desnudarse. La incomodidad es la primera reacción, pero si algo te resulta incómodo es porque aún hay algo que aprender ahí y es nuestra oportunidad para seguir creciendo. Estar sin ropa y abrazarse así cómo somos, con lo bueno y lo malo, con lo liviano y lo pesado, con las cicatrices y la historia que nos trajo a ser quienes somos hoy es cosa de valentía. La desnudez es autenticidad. Soy consciente que mucha gente al ver una mujer desnuda puede llevarlo automáticamente a un plano sexual, pero eso dependerá con qué lentes decida esa persona apreciar estas imágenes, y la vida en general. Mostrarse desnuda como mujer sigue siendo, un asunto cuestionable. Estamos tan llenos de prejuicios que no podemos concebir la idea de que un cuerpo puede ser mucho más que un objeto de erotismo. Si tan solo imagináramos la cantidad de historias que puede contar un cuerpo desnudo… sería un universo infinito. El erotismo y la sensualidad se relacionan con la actitud y no con la cantidad de ropa. Somos seres únicos e irrepetibles. Es hermoso que podamos sentirnos sensuales y ser eróticos . La sensualidad no debe ser para unos pocos, todos la tenemos ¿Porque no abrazarlo o celebrarlo? A fin de cuentas, nuestro cuerpo es solo de nosotros.
Cuanto más nos aceptamos, más tolerancia desarrollamos hacia los que nos rodean y mas armonía generamos en nuestro entorno. Cuando eres amable contigo y no te juzgas, tampoco lo haces con los demás. La vida se pone sencilla y emocionante cuando te atreves a habitar tu cuerpo sin avergonzarte de quien eres. Realmente deseo que algún día logremos vivir sin tantas etiquetas, sin tantos prejuicios, celebrando la diversidad cada día más. Nadie tiene el derecho a criticar tu cuerpo. Así cómo estás y cómo te ves ahora eres una sensación. Somos mucho más que un cuerpo. La belleza empieza cuando eres autentico y te pones a disposición de tus sueños. El tabú solo pertenece al miedo y a los prejuicios que nos reprimen, cuando en verdad hemos nacido libres. Todos deberíamos poder disfrutar de nuestro cuerpo, de nuestra sensualidad, y llevar bien en alto esta magnifica criatura inédita que somos.
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