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Cuerpo: Anastasika by Agustín Paredes



Ser

Cuerpo “Un cuerpo es un cuerpo” una frase que me repito muchas veces a lo largo de la vida. En nuestra cultura el cuerpo desnudo, sobre todo de la mujer, se sexualiza, pero un cuerpo desnudo es sólo eso: un cuerpo. Es lo que tenemos desde el día que nacemos y hasta el día que morimos. Así nos creó la naturaleza o Dios o lo que sea. El cuerpo es algo natural y cada quien le da su propio significado. La sexualización del cuerpo proviene de las restricciones. Nos enseñan que siempre tenemos que cubrir ciertas partes, lo que provoca el interés y la curiosidad (reflejo natural de los humanos). En algunas culturas los tobillos de las mujeres se tienen que cubrir en público, esto genera que ver un tobillo de una mujer, aunque sea por accidente, resulte excitante. En España, por ejemplo, donde está normalizado andar topless en las playas y albercas públicas, nadie observa como si fuera algo extraño. ¡Yo misma lo he vivido! Ahí nadie se excita al ver unos pezones... como si los hombres no los tuvieran...

Las playas En las playas nudistas hay gente sin ropa que ve el desnudo como algo natural. Todos conviven sin ropa y esto no significa que tengan que terminar en una orgía. Ellos se sienten cómodos, al natural, disfrutan de la sensación del aire en la piel, bronceándose sin dejar marcas blancas y bañándose como niños, felices y libres. Si eres de las personas que no se sienten cómodas estando sin ropa, no pasa nada. Nadie obliga a aquellos que no piensan de la misma manera. En México, si vas a una playa pública y te quitas toda la ropa, ten por seguro que te van a regañar. El día que podamos convivir todos en la misma playa sin imponer nuestras creencias, seremos libres. Aquellos que prefieren estar con ropa lo estarán. Aquellos que se sientan cómodos desnudos estarán sin ropa. Cada vez hay más gente que quiere quitar prejuicios y no etiqueta a las personas por su forma de vestir, sus creencias o a quién y cómo demuestran su amor. Esto tiene mucho que ver con la educación que recibimos desde pequeños. Cada vez existen más familias que enseñan a sus hijos que es normal tener una pareja de su mismo sexo y en el futuro les enseñarán a ver el desnudo como algo natural y a no avergonzarse de sus cuerpos.

Mi cuento Una vez, fui a una playa con mis papás y tuve ganas de tomar el sol sin brassier. No me incomodaba estar topless en público porque sabía que era algo natural, pero sabía que mis papás no lo verían de la misma manera y se incomodarían. Entré en un gran conflicto conmigo misma, pero decidí no hacerlo para no entrar en discusión con ellos. Esto me hizo pensar ¿Por qué otras personas se tienen que sentir incómodas por mis acciones? Y ¿Por qué tengo que limitarme por lo que otras personas sienten respecto a mi comportamiento? Estas preguntas me hicieron llegar a donde estoy ahora, expresando mi libertad con mi cuerpo y mi forma de pensar a través de la fotografía y las redes sociales. Puede ser que haya una persona leyendo esto que se sienta identificada, recuerden que no estamos solos. Mucha gente me escribe a través de redes sociales para contarme las historias sobre cómo han descubierto su libertad y lo cómodos que se sienten al estar desnudos. Esto me inspira a seguir mostrando a la gente que un cuerpo sin ropa no se tiene que sexualizar. Debemos verlo como algo natural.

Las fotografías

Mi primer experiencia de fotografías de semi-desnudo fue en México. Cuando llegué a este país mi novio me dijo que podría modelar. Yo no le creí. En Rusia nadie me haría fotografías por que no “destaco” entre tantas mujeres que lo hacen de manera profesional. Un día me contactó un fotógrafo para trabajar con él y accedí. Quería ver el resultado que podríamos lograr y saber cuál era la sensación de modelar ante una cámara. Fuimos a un parque y, de pronto, tuve ganas de quitarme la playera y estar topless (sin que él me lo pidiera). Le pregunté si no le incomodaba, respondió que no y las hicimos. En ese momento me di cuenta de que me sentía más cómoda frente a la cámara con menos ropa. Esa pequeña decisión de quitarme por un instante la playera, fue el principio de muchas sesiones más. Cuando comencé a subir fotografías a instagram con menos ropa, recibí muchas preguntas. Afortunadamente no tuve que enfrentar la crítica de mis amigos o de personas cercanas. Únicamente mis papás dijeron que no querían ver “eso”. Recuerdo también que me escribió un ex diciendo “¿En qué te has convertido?”. Conozco chicas que comenzaron a hacer fotografías de este estilo y tuvieron que enfrentarse a demasiada crítica, sobre todo de personas cercanas a ellas. Si eres de esas personas que critican, déjame decirte algo: una persona libre y tranquila consigo misma no se mete en la vida de los demás. Si te molesta ver a tu amigo o amiga con poca ropa en instagram, los puedes dejar de seguir. Lamentablemente las personas que no se se sienten tan libres transmiten sus inseguridades, etiquetando de mala manera a las que si lo hacen a través de la fotografía. Pero para mí este estilo de fotos es una forma de mostrar al mundo que estoy cómoda conmigo misma y para que otras personas comiencen a sensibilizarse en este tema y puedan comunicarlo a sus conocidos. Me gustaría que el cuerpo libre y natural se normalice. Con eso podemos llegar a ver un mundo libre, sin prejuicios o etiquetas.









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